El viaje ayer fue muy bien, pasamos el control de la policía y los pasaportes sin incidentes. Llegamos a la puerta con más de una hora de antelación así que tuvimos tiempo de estar sentados hablando, paseando e incluso de comprar algo de comer y beber.
El trayecto fue muy tranquilo, exceptuando unas cuantas turbulencias, nada que destacar. El vuelo duró unas 7 horas y media. Aterrizamos a las 14.15 h local, y pasamos satisfactoriamente el típico control dónde un policía muy grande nos hace muchas preguntas, nos toma las huellas y nos hace una foto. Una vez recogidas las maletas, nos encontramos con Jackie que estaba esperándonos en la salida, al igual que la familia de Paula, que fue al aeropuerto para darle una sorpresa.
La que se hizo de rogar fue la familia de Ana, que se encontraba de camino pero habían quedado atrapados en un atasco y llevaba unos 45 minutos de retraso. Para apaciguar la espera, decidimos coger el ‘air train’ e ir a la Terminal 1 dónde hay bares y restaurantes para poder picar algo.
Tras unos 45 minutos, recogen a Ana, el resto volvemos a la Terminal 7 y cogemos el coche de Jackie. La primera parada fue para dejar a Marta, cuya familia la esperaba con una pancarta.
Seguimos, la siguiente es Elena, después Sandra y Miriam, esta última con regalo incluido.
Última parada tras dejar a todos los chicos sanos y salvos fue: Frost valley donde yo voy a pasar estas tres semanas.
Hoy ha sido el primer día de los chicos disfrutando de su nueva y temporal vida americana. Durante los próximos días os contaré un poco como han ido los primeros días y cómo funcionan aquí los camps.
¡Esperamos que por allí vaya todo tan bien como por aquí!
Marta