¡Hola todos!
Después de unos días sin verse, el grupo se volvió a reunir para una de las excursiones más esperadas: la visita a Disneyland. Estas excursiones son de vital importancia para el programa. Si bien es cierto que se trata de un programa de inmersión familiar también es cierto que a menudo los chavales necesitan desconectar de las familias y establecer dinámicas de grupos. Más que destacar cualquier evento en Disneyland merece la pena señalar lo bien que los chavales se llevan aun cuando sólo se ven de vez en cuando.
Dicho eso, la experiencia fue maravillosa. Uno de los momentos más memorables fue cuando Elena consiguió engañar a Jaime y a mi para subir a una montaña rusa sin mencionar que acabaríamos completamente mojados..no parecía para tanto. Tengo que confesar que ver la cara sorprendido de Jaime junto a sus gritos bien intencionadas advirtiendo a los niños esperando en la cola sobre los peligros de esta atracción para sus infancias fue un momento digno de la mejor comedia.
El día acabo con fuegos artificiales y con los chavales aún más agotado. Especialmente notable fue el caso de Celia( probablemente el miembro del grupo con una personalidad más arrolladora pero también con un buen dominio del sarcasmo..me encanta jaja) que estaba ya agotada incluso antes de ir a Disney porque el día antes había ido de hiking con su familia. Y fue divertido descubrir que detrás de la cara seria de Lucía había una chica bien divertida. Lo único negativo del día fue que ninguno de los chavales (salvo uno cuyo nombre no voy a mencionar por no darle la satisfacción de reconocer sus méritos jaja) quien es Mark Twain…papas..ya sabéis que deberes les podéis mandar cuando vuelvan a España.
