¡Muy buenas! ¿Qué tal va todo por el otro lado del océano?
Podemos decir y asegurar que los días por aquí van pasando muy rápido, y es que cuando se está a gusto… ¡¡el tiempo vuela!! Los chicos siguen disfrutando de su verano americano, comiendo un montón de helados, hamburguesas y pizzas, pero también visitando lugares increíbles
Hoy os vamos a hablar de Mackinac island, ya que algunos de nuestros chicos la han visitado y han salido encantados.
Esta isla está situada en el lago Hurón,uno de los Grandes Lagos que está entre las dos penínsulas de Míchigan. Esta pequeña isla es muy conocida por todos los habitantes de Míchigan, ya que muchos de ellos van a pasar unos días allí casi todos los veranos. Es muy turística.
Para llegar hasta la isla hay que coger un barco o ferry que dura unos veinte minutos, el viaje es precioso. Es difícil no maravillarse con las vistas, además en el trayecto se puede ver el puente que conecta las dos penínsulas de Míchigan, y el que separa el Lago Míchigan y el Lago Hurón.
Una vez allí a todos nos sorprende un dato: en la isla no pueden circular coches, sólo está permitido desplazarse con bicicletas o con caballos.
Por lo tanto, nada más llegar se pueden ver un montón de carruajes y gente en bicicleta. Sofía Alcalde nos cuenta: “Me gustó mucho la idea de que no hubiera coches, aunque me sorprendió bastante el hecho de que los cocheros trabajan 14 horas al día y los caballos 6 horas”.
Se puede recorrer la isla por la carretera que la rodea y por los senderos y las calles que hay en el interior. Lo mejor es alquilar una bicicleta (hay un montón de tiendas de alquiler) y recorrer la isla en dos ruedas, parando en los sitios que nos atraen y más nos gusten.
El paisaje es super bonito, el agua del lago está muy clara y limpia, así que también es perfecto para pegarse un baño y refrescarse.
Si seguimos nuestro camino con la bici, podremos recorrer los senderos del interior que te llevan a bosques llenos de árboles y vegetación, y una vez que llegas a las calles principales puedes ver muchas tiendas, restaurantes, tiendas de dulces, helados, etc.
Para los que todavía no hayáis ido a la isla y lo tienen planeado vuestras familias, no os vayáis sin probar el “Fudge”, un dulce hecho con mantequilla, azúcar y chocolate, muy típico de esta zona y que está riquísimo!
Por otro lado, esta isla tiene escondida mucha historia detrás de ella, ya que los británicos establecieron una fortaleza en 1780, la cuál está abierta al público y se puede visitar. Además hacen representaciones teatrales con las luchas que hubo entre británicos y americanos.
Por eso, hay algunos museos que te informan de la historia de la isla.
También hay un museo muy curioso; el de las mariposas. Allí puedes ver y conocer más cosas sobre estos bonitos insectos voladores.
Así que cómo veis, es un sitio precioso y muy especial. Seguiremos contándoos sitios y lugares cercanos de las familias de acogida, está claro que con sitios como estos, cada vez nos gusta más Estados Unidos.
Os enviamos un huuuuuuge hug, es decir, un abrazo gigante, ¡tan grande como nuestro querido Lago Míchigan!
😉
Belén y Eva