¡Hola a todos!
Con las maletas hechas, nos despedimos de nuestros padres por un mes para vivir nuestra propia aventura canadiense. Aquí estamos esperando el avión a Madrid, justo después de separarnos de vosotros con mucha ilusión.
Allí nos juntamos con nuestros compañeros de CLS para cenar y despegar juntos al día siguiente dirección a Canadá. También sacamos algunas fotos para el blog.
Una vez allí, nos vino a recoger el típico autobús amarillo de película americana y tanto nos gustó que también posamos con nuestras mejores galas. Aquí, dos formas muy elegantes de llevar nuestra mochila de CLS: pantalón vaquero clarito con móvil grande en el bolsillo o caquis con zapatillas blancas.
Y tras una hora de autobús, por fin conocimos a nuestras familias de acogida. Se notaba que tenían muchas ganas de conocernos porque no pararon de comentar lo excited que estaban to finally meet us. Y con ellos pasamos el resto del día, porque llegamos sobre las cinco de la tarde. Cenamos, algunos nos quedamos dormidos en el sofá viendo una película con nuestra nueva familia canadiense, y pusimos fin a este día tan tan largo.
Al día siguiente, acomodándonos lo mejor posible a nuestras nuevas rutinas, hicimos una prueba de nivel de ingles, comimos el lunch que nos preparó la familia y conocimos los alrededores de la ciudad. Como nos esperábamos, mucho verde y mucho sol.
¡Ah! Y nos tomamos un café en la coffee shop de moda de Baden. Y tarta también.
Y como la prueba de inglés nos dejó el cerebro frito, decidimos pasar el viernes en la playa. Porque para rendir bien hace falta estar frescos, o eso nos dijeron siempre en el colegio.
Más tarde nos fuimos de shopping.
Y… ¡Hasta aquí podemos leer! Y vosotros también, pero pronto más y mejor. ¡Saludos desde Canadá!